El tratamiento con láser verde prostático es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se utiliza en el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna de próstata (HPB). Esta técnica quirúrgica de  láser KTP (vaporización con láser verde “Greenlight” o láser verde) está indicada  en pacientes con alto riesgo cardiovascular o que siguen terapia anticoagulante, con una seguridad intraoperatoria superior a la RTUP.

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El láser verde ofrece un alivio inmediato de los síntomas de obstrucción (sensación de llenado después de orinar, goteo postmiccional, etc) y una mejora del flujo urinario con un periodo de recuperación corto. Es una solución quirúrgica excelente para su HBP.

Esta avanzada técnica quirúrgica basada en el láser verde (llamada así por el color de la luz generada) genera pulsos de luz láser a través de una fibra óptica especialmente diseñada que se inserta a través de un cistoscopio o resector. Estos pulsos de luz láser vaporizan el tejido prostático que causa la obstrucción sin ocasionar apenas sangrado. Al finalizar la intervención, la mejoría de la calidad de la micción es inmediata.

Las principales ventajas de está técnica quirúrgica son:

  • Esta técnica con láser ha demostrado una alta efectividad a la hora de reducir los síntomas obstructivos que produce la hiperplasia benigna de próstata y consigue incrementar el flujo urinario. Además, reduce el riesgo de sangrado, el tiempo de sondaje y el tiempo de hospitalización.
  • Se evita la cirugía abierta convencional al ser posible la intervención a través de la uretra incluso en el caso de próstatas de gran tamaño.
  • Evitamos el sangrado asociado a otras técnicas utilizadas habitualmente (RTU, cirugía abierta), pudiendo realizarse incluso en pacientes de alto riesgo o pacientes con tratamiento de anticoagulantes.
  • Se evita la necesidad de mantener una sonda vesical en el postoperatorio durante varios días, siendo posible su retirada en la mayoría de los casos horas después de la intervención.
  • El paciente es dado de alta habitualmente al día siguiente de la intervención.
  • La intervención se realiza mediante anestesia epidural, introduciéndose un aparato a través de la uretra que permite extirpar el adenoma de próstata sin necesidad de realizar ninguna incisión cutánea.
  • Otra gran ventaja es que el tratamiento con láser no se asocia a riesgo de impotencia asociada a la operación.